Necesitamos el Festival Guirijondo. Que cada primavera florezca la flor de lo jondo en nuestros campos y balcones. Que el flamenco nos alegre la vida y nos ponga en el mapa del arte. Que no te lo cuenten. Vívelo tú mismo. Déjate abrazar por el duende.
Faltan dos semanas justas para que subamos el telón de Guirijondo, el Festival Flamenco de Palomares del Río, del que saben ya en todo el mundo porque llevamos meses con la promoción. Nunca nuestro pueblo había sonado tanto en el mundo como ahora, con motivo del nacimiento de este festival. Contactan conmigo a diario aficionados de todo el mundo interesados en el evento y esto es algo que me enorgullece. El Ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, Manuel Benjumea, está poniendo toda la carne en el asador para que llevemos a buen puerto este hermoso proyecto, que ya es una realidad.
Sin ustedes, queridos paisanos, esto no tendría ningún sentido. Guirijondo es para todos los aficionados del mundo que quieran venir, pero es sobre todo para ustedes, los aficionados y los que aún no han descubierto este arte único.
Espero que los palomareños y las palomareñas se impliquen y acudan a las distintas actividades que organizaremos del 12 al 15 de abril. Recibamos a todos con la hospitalidad y el cariño que nos caracteriza. Que se note que Palomares es un pueblo sencillo, pero abierto y alegre. Necesitamos este festival de flamenco. Que cada primavera florezca la flor de lo jondo en nuestros campos y balcones. Que el flamenco nos alegre la vida y nos ponga en el mapa del arte. Que no te lo cuenten. Vívelo tú mismo, déjate abrazar por el duende, por la mejor música del mundo, la nuestra, la de nuestros antepasados. Atrévete a dejarte enamorar por el compás, el pellizco y la emoción. No digas que no te gusta el flamenco si no lo has probado nunca, porque será una experiencia única y a lo mejor acabas pillado o atrapada. El flamenco tiene armas contra los que nunca han recibido su picotazo. Atrévete a saber lo que es eso, el picotazo del arte. No dejes que te lo cuenten. Te esperamos.
Texto: Manuel Bohórquez